domingo, 31 de mayo de 2009

Pentecostés / El Salvador y la teocracia

Todos doblaron sus rodillas sumisamente mientras el Padre levantaba la hostia y cerraba los ojos. Todos tenían la vista fija en el suelo, o los ojos cerrados, porque habían pecado de palabra, obra y omisión. No era su culpa haber actuado como doble moralistas, al final tenían condición de humanos hipócritas.

Y mientras cada quien estaba en su mundo queriendo negar lo hipócrita que era, el Señor escogió a un acólito y lo hizo trabajar bajo sus extraños designios.

El acólito balanceó divinamente una candela por los aires hasta llegar a la túnica del Padre, y el Padre se prendió en fuego.

Entonces cuando todos volvieron a alzar sus rostros vieron el milagro del Señor: el fuego del Espíritu al fin había llegado, posándose sobre el Padre, para perdonarles sus pecados.

Y fueron las señoras las primeras en correr hacia el Padre para ungirse del Espíritu, llevaron el fuego a sus familias usando su propio cuerpo.

Los esposos abrazaban a sus esposas, los hijos abrazaban a sus padres, las familias abrazaban a las familias que tenían alrededor. Al final ya nadie se podía abrazar con nadie más porque todos estaban abrazados como pueblo. Definitivamente el fuego del Espíritu había descendido sobre ellos.

-Veni, Sancte Spiritus-cantaban a coro, sin siquiera notar que el fuego divino del nuevo Pentecostés los estaba inmolando dolorosamente-.

***

Y lo otro, que dijeron durante la homilía, "Que Dios ilumine la mente del nuevo Presidente electo para que éste pueda manejar a la Nación por un camino correcto".

Dudo que Dios ilumine a los presidentes de cada nación en su accionar o que Dios se meta en política porque la política de Dios es simple: libre albedrío.

¿Y usted qué piensa?

*Otra vez, mientras estaba en misa, comencé a pensar pendejadas.

4 comentarios:

HuelveElena dijo...

Diosanto, el Nadie y vos con sus ataques juju

Nadie dijo...

Bueno, hay que reconocer que si no fuera por la religión estos textos no existirían :(

¡Pero vale verga!

Raúl Marín dijo...

Ambos dos, son unos cucavergas. Y el mío nadie lo entendió. Buuuuuuu.
Nos vemos el martes.

Anónimo dijo...

Me quedo con lo de: libre albedrío.

Parece que pasa entretenido en misa, Sr. Ramos,¡jaja!

Agradezco el entretenimiento "gratis" consecuencia de la lectura de sus entradas.

Paz.